Para tener una vida feliz y armoniosa es importante ordenar el espacio mental tanto como el físico; disfrutar de un hogar organizado te facilitará concentrarte en otras tareas de tu día a día y así dar espacio al orden mental.
En estos tiempos es normal que todos llevemos prisas, por ello decidimos no invertir tiempo en estar ordenando y la suciedad se acumula. La verdad es que no es necesario que todo este perfecto, basta con hacer unas cuantas tareas diarias que te permitirán mantener un orden.
Además de ordenar y mantener limpio tu espacio personal, te notarás más liviano y relajado y es que diversos estudios han demostrado que las personas que viven en un ambiente sereno y ordenado padecen menos estrés, son más eficientes y proactivos. Si tu espacio en cambio permanece caótico tu mente también lo estará; “donde deje los archivos.. ya no hay platos limpios para comer… y donde está el control remoto!”; todas estas situaciones suponen un desgaste de energía que podrías estar usando de una forma menos agobiante.
Así que si quieres que haya más orden en tu vida debes empezar por ordenar tu hogar.
Sacar, limpiar, tirar y donar:
Está claro que para empezar a poner todo en orden hay que empezar desde la raíz, por eso el primer paso será sacar todo lo que tengas almacenado para poder clasificarlo.
Por ejemplo, saca toda tu ropa del armario y colócala sobre la cama, habrá prendas que quizás ni recordabas que tenías, debes clasificar cada objeto y tomar la decisión de cómo proceder con él:
Muchas veces saturamos nuestro escritorio o diferentes espacios con un millón de objetos, esto a la larga no es para nada práctico ni cómodo. Revisa que objetos son verdaderamente relevantes en cada espacio y guarda los que no son indispensables.
Una vez hayas organizado tu hogar desde la raíz debes procurar mantener el orden, para que esto no se convierta en una tarea difícil deberás incorporar una rutina diaria o semanal con pequeñas tareas que te ayudarán a que todo el trabajo que hiciste se mantenga a lo largo de los meses.
Las tareas que puedes realizar diariamente no tomarán mucho tiempo, pero harán la diferencia.
Está claro que tarde o temprano la suciedad se acumula, sobre todo en sitios donde no tenemos tanto acceso, por eso las limpiezas de temporada son necesarias. Elige en que temporadas te gustaría hacer la limpieza, puede ser por año nuevo, cuando finaliza la temporada de lluvias, a mitad del año o como desees; lo recomendable sería hacerlo cada tres meses, es decir 4 veces al año, cuanto más tiempo pase más trabajo tendrás que realizar.
Estos han sido todos los consejos en este artículo, ponlos en práctica y verás como convives en armonía con tu espacio y mente.
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